Se acerca enero y su famosa lista de propósitos de año nuevo y yo te pregunto ¿Cuántos vas a repetir del enero pasado o incluso del anterior? Esos objetivos que a veces escribimos sin pensar como si fueran de obligado cumplimiento y jamás tachamos de la lista ¿Sabes a qué me refiero verdad?
Hacemos listas que nos frustran porque no conseguimos poner el tan ansiado check al lado de cada uno de los objetivos ¿te has parado a pensar si realmente esos propósitos son importantes y realistas para ti?
Soñar es gratis, por supuesto pero ahí adquiere sentido la expresión de “perseguir los sueños“, parece que vives corriendo tras ellos y nunca los alcanzas.
Para quitar por fin ese propósito de tu lista debe ser coherente contigo y con tus valores, realista con tu momento vital y tus posibilidades. No va tanto de lo que eres ahora mismo y ya sabes si no de lo que estás dispuesta a aprender, a mejorar, a trabajar, de tu compromiso.
A veces incluso ese objetivo realmente no te interesa como tal, únicamente deseas lo que puedes sentir o conseguir con él pero no está planteado de una manera afín a ti. Es necesario saber para qué lo tenemos puesto en una lista y ver si hay otra manera de conseguir lo que estamos buscando de verdad. Ejemplo: Quiero irme a vivir a Bali (esto es algo que cuando volví de mi luna de miel allí me rondaba mucho). Quizá no puedo por X motivo irme a Bali y me frustro pero si analizo realmente lo que quiero es vivir en contacto con la naturaleza, cerca del mar, a un ritmo más lento …etc. Sabiendo lo que realmente quiero de Bali, me da igual el nombre que tenga la isla o pueblo. Puedo buscar otro lugar más asequible a mi que me permita vivir como quiero. Ése era realmente el objetivo: vivir sintiéndo todo eso. ¿Se entiende?
Solemos lanzarnos a lo loco, (quizá por la ilusión, por la novedad, por las ganas de cambio, porque está de moda …) a pensar objetivos que añadir a la lista sin pararnos a valorar. Una buena formulación de objetivos es fundamental para enfocarte en aquello que realmente sí que deseas tú y sí que es coherente contigo. Es una de las dinámicas más habituales en las sesiones de coaching.
¿Este año tus propósitos van a tener sentido o vas a seguir haciendo listas inútiles?
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