Pregúntate mejor si estás donde quieres estar o donde debes estar.
Pregúntate si donde estás eres feliz o vives pensando en todo lo que cambiarías.
Sólo tú tienes las respuestas y te avanzo que no es fácil contestar. No lo hagas a lo loco pensando que es una tontería y escuchando únicamente a tu mente que te dice lo que tiene que ser, lo que es polítcamente correcto o lo que es el camino menos complicado.
Siéntate contigo misma/o un rato a solas, respira. Música, vela, aromas, incienso o lo que necesites para conectar contigo. Quizá sentada/o en el suelo o en el sofá, o tu mesa o la cama, no importa. Quizá sientas que debe ser al aire libre en contacto con la naturaleza. Perfecto, todo está bien. Lo que tú decidas de verdad porque así lo sientes está bien.
Ser honesta/o contigo no es nada fácil. Nos mentimos continuamente porque sabemos, pensamos, que lo que queremos o necesitamos es imposible de conseguir en estos momentos o quizá es demasiado complicado intentarlo y el riesgo es elevado. En estos momentos te pido sinceridad, escúchate y anota todas esas respuestas que necesitas. Nadie te va a juzgar, es solo para tí pero quizá sea un mapa de ruta a seguir o, por lo menos, empezar a valorar.
Te diré que cuando estás en el lugar adecuado lo sabes, si dudas es que ahí no es. Te mereces el respeto de escucharte y cuidarte.
Sin excusas, es tu vida y no debes justificar tus necesidades ni tus elecciones así que no tengas miedo al qué dirán. Únicamente deberías tener miedo a vivir una vida que no quieres.