Te entiendo. En este perfil te he ido contando mi experiencia con la fibromialgia, con la ansiedad y la depresión, con un TCA. En mi web y mi blog también. Hoy ha salido la Newsletter de abril, en ella mes a mes también te doy pinceladas de esta lucha con mis reflexiones. En mi libro también lo podrás leer.
Siempre he sido muy reservada con mis problemas y mis dificultades, nunca he querido sentirme ni hacerme la víctima ni ser el centro de atención así que he tapado tantas cosas con una sonrisa en la cara que al final he dejado de ser yo. Nunca pensé desnudarme así ante desconocidos, ni conocidos tampoco ¿por qué ahora? sé que hay gente que no lo entiende ni lo comparte pero mi misión ahora mismo es dar visibilidad a todas estas cosas y enviar el mensaje a quien lo sufre (esto u otras patologías) de que se puede salir del pozo pero hay que pedir ayuda y no pasa nada y a quien por suerte no ha vivido nada así decirles que no juzguemos nunca, primero porque no tenemos toda la información y segundo porque aunque la tengamos los zapatos, la mochila y el camino son únicos e intransferibles.
No és fácil que la gente entienda lo que no puede ver.
No es fácil entender que descanso no significa estar todo el día acostado significa ir al ritmo que te marca tu cuerpo, reposar tu mente sea durmiendo o parando o nutriéndote de actividades que te llenen de ilusiones y estimulen tu oxitocina y reduzcan el cortisol. Ahora mismo con mi brote de fibromialgia yo misma tengo que comprender esto sin juzgarme.
Sobretodo te diría que no busques fuera la paz mental ni las respuestas a tus necesidades porque ya están dentro, están en ti pero necesitas pararte a escuchar y si no entiendes lo que te dicen lo único que puedes hacer fuera es pedir ayuda con la cabeza bien alta porque la salud mental no es menos que otra cosa y recurrimos a profesionales para un dolor de estómago, la rotura de un hueso, a una academia para aprender idiomas o a pintar, a un entrenador para danza o tenis o fútbol … en todo lo que no sabemos nos dejamos ayudar pero nuestra mente, emociones o necesidades esas no permitimos que nadie las conozca. Abraza tus sombras, acepta tu vulnerabilidad y habrás iniciado un gran cambio.